Alimentación, Conciencia, Creatividad, Ecología, Salud natural

Ivo Caslin: esplendor en la selva

“Siempre se pueden encontrar alternativas que, además de ser respetuosas con el medio ambiente y los animales, sean fáciles de realizar”

De padre catalán y madre alemana, Ivo Caslin (Barcelona, 1964) ha llevado durante gran parte de su vida una existencia bastante convencional hasta que, al llegar a los 45, algo lo cambió todo: su conciencia por el respeto de la vida animal empezó a despertarse con fuerza a raíz de un video en el que unos polluelos eran industrial y despiadadamente sacrificados en una máquina trituradora. El shock que experimentó fue tal que, ese mismo día, se deshizo de todos los huevos que tenía en la nevera y decidió hacerse vegano. Y a partir de ahí, la necesidad de dar un giro radical a su vida, deshaciéndose de superfluas comodidades materiales y entregándose sin reservas a la naturaleza, no dejó de ir en aumento.

Fue así como, fruto de esa apremiante inquietud, acabó estableciéndose en un remoto rincón de la selva panameña, donde actualmente vive en completa armonía con el medio que lo acoge y donde los retos y los logros para llevar una vida lo más sostenible y autosuficiente posible no han dejado de sucederse. Así, se sirve de la energía del sol y el agua de la lluvia y del mar para llevar a cabo la mayor parte de sus actividades cotidianas, entre las que destacan el acondicionamiento y mantenimiento de la cabaña y la parcela donde vive, el cuidado de los animales que comparten su mismo hábitat, el hecho de llevar plantados ni más ni menos que 20.000 árboles o la recolección de los diversos alimentos que conforman la base de su creativa y sabrosa dieta vegano-frutariana. Y por si todo esto fuera poco, Ivo no genera residuos no orgánicos de ningún tipo y espera pacientemente el momento idóneo para poder materializar su soñado proyecto de santuario para el cuidado y la recuperación de la rica fauna que puebla el lugar.

Asimismo, a pesar de haberse habituado sin problema a la soledad, nuestro protagonista mantiene contacto con un gran número de personas interesadas en su estilo de vida a través de dos populares grupos de Facebook que él mismo administra, unas particulares ventanas al mundo que le sirven de motivación añadida para seguir adelante con sus descubrimientos y aprendizajes y poder satisfacer así las inquietudes que de todas partes le llegan. Con todo, en un momento en el que cada vez más personas están sintiendo la imperiosa necesidad de recuperar el contacto más cercano con la naturaleza, el ejemplo de Ivo supone una gran inspiración a la hora de no perder la esperanza en que otro tipo de mundo, mucho más sostenible, amoroso y respetuoso, aún sigue siendo posible.

¿Quién es Ivo Caslin?

Me considero una persona de lo más normal y corriente que un día tomó la decisión de irse a vivir a la naturaleza…

¿Cómo definirías la vida en la selva?

Como algo maravilloso. Es un lugar donde hay mucha paz… A menudo muchas personas suelen tener miedo a la naturaleza, a la selva y a los animales, pensando en todas las cosas que te pueden pasar aquí sin ser conscientes de los peligros que acechan en la ciudad. Cuando en realidad, en comparación, hay muchas más probabilidades de que te atropelle un coche a que te pique una serpiente… Los riesgos en la selva son muy relativos, y es algo con lo que se aprende a vivir sin problema. Para mí, sin duda, el estilo de vida moderno que se lleva en las ciudades es mucho más peligroso.

¿Cuándo empezó tu fascinación por el medio natural?

Ya desde bien pequeño me gustaba mucho el contacto con los animales y perderme en la naturaleza… Ahora bien, al ir entrando en la vida adulta, con el trabajo y todas las obligaciones, me pasó lo que a muchos; sin darme cuenta, me fui apartando de aquelllo que somos, que en el fondo no deja de ser naturaleza…

¿Requiere un gran esfuerzo ser autosuficiente?

Mucho menos de lo que habitualmente se suele pensar. Quizás al principio sí que se requiere un cierto esfuerzo para organizarte bien, pero después todo va saliendo… Lo que más se necesita es constancia. Ahora bien, estoy convencido de que es algo que cualquier persona puede llegar a hacer si de verdad se lo propone. Yo mismo al llegar aquí no sabía prácticamente nada… Pero el interés, el no cansarte de preguntar, y sobre todo, la necesidad, te acaban llevando a resolver todas las cosas.

La voluntad lo puede todo…

Por supuesto. Si somos capaces de enviar naves al espacio, en realidad somos capaces de cualquier cosa. Ahora bien, lo que no dejo de preguntarme es por qué si tenemos tanta capacidad, no conseguimos vivir en armonía con el planeta…

Cada vez parece más evidente que, para empezar, no hay voluntad política…

La clase política vive completamente instalada en la ansiedad y alejada de lo que es más natural. No conozco ningún político que sea vegano o que quiera velar abiertamente por los derechos de los animales… Sólo parecen interesados en maquillar la realidad y quedar bien. Está claro que esto ya no se aguanta… Espero que el cambio no tarde en llegar.

¿Cómo combatir el desánimo que genera tanta inacción?

Con la propia acción. Si todos nos concienciáramos en poner ni que fuera un poco de nuestra parte, el mundo sin duda cambiaría… Y si además de las acciones en nuestra vida cotidiana, podemos poner también el empeño en divulgar y compartir después ese espíritu de cambio, pues mejor que mejor. Pero siempre sin caer en poner el foco en lo que hacen los demás… Perdemos mucha energía en eso cuando en realidad es algo que se nos escapa. El gran poder reside en darnos cuenta de que lo que sí que tenemos es la capacidad de ejercer el control sobre nuestras propias acciones. Y a partir de ahí, que cada uno haga lo que pueda.

¿Puedes mantener una perspectiva optimista a la vista de cómo están las cosas?

En general puedo decir que sí, ya que tengo muy claro que todo esto va a cambiar. Ahora bien, o somos nosotros los que nos ponemos decididamente manos a la obra con el replanteamiento de nuestra forma de consumir y el respeto a la naturaleza y los animales, o será la propia naturaleza la que se encargará de ello de una forma mucho más traumática…De hecho, es algo que ya hemos visto que ha empezado a suceder. Si no empezamos a cuidar decididamente de nuestro medio, los problemas serán cada vez mucho peores… No obstante, ya sea de una forma u otra, la naturaleza siempre acabará por ganar.

¿Crees que acabaremos despertando a tiempo?

Ojalá… Pero por nuestro propio bien como especie y sociedad, ya que a la Tierra en el fondo no le va a pasar nada… En realidad, más allá de lo que podamos estar perjudicando al planeta, nos estamos haciendo daño a nosotros mismos. Es por eso que, en este sentido, ya no hay alternativa, y espero que no tardemos mucho más en darnos cuenta…

¿Por qué dirías que todavía hay tanta inconsciencia respecto a la crisis medioambiental?

Yo creo que en general sí nos damos cuenta pero aún tiene un gran peso la comodidad, cuesta mucho decidirse a dar el paso para salir de la zona de confort…

¿Cómo ves la labor de los movimientos ecologistas?

Me parece mayoritariamente muy buena, aunque no consigo entender cómo puede haber todavía algunos de ellos que no se tomen suficientemente en serio el respeto de la vida animal. Cualquier forma de vida merece respeto, así que cualquier movimiento ecologista, si de verdad quiere llamarse así, debería proteger a la naturaleza en su conjunto, dejando que sea ella misma la que, por sí sola, pueda ir encontrando su propio equilibrio. En cualquier caso, cualquier acción que se realice en beneficio real de la naturaleza, siempre será algo positivo.

¿Consideras que la conexión con la naturaleza es la principal fuente de sanación?

Por supuesto. No podemos pretender sanarnos con una pastilla si mientras tanto nos estamos alejando de aquello que somos. Eso no funciona… Sin duda, si nos cuidáramos mucho más en armonía con la naturaleza, nuestra salud no dependería tanto de médicos y medicamentos.

¿Qué acciones crees que sería necesario adoptar para poder llevar una vida más en armonía con la naturaleza, sobre todo en los entornos más alejados de ella?

Considero que hay tres aspectos que son básicos: hacerse vegano, adoptar una alimentación de proximidad y lo más natural posible, es decir, prescindiendo de alimentos procesados y envasados, y ser minimalista, o lo que para mí es lo mismo, consumir lo menos posible. Para mí, tampoco tiene demasiado sentido querer ser ecologista y llevar una alimentación que te obliga a estar reciclando envases constantemente o que te hace consumir productos procedentes de otros continentes. No necesitar tener, como yo, un cubo de basura en casa es algo que no tiene por qué ser complicado… Así, por ejemplo, no puede haber nada más sencillo que comprar una lechuga y llevártela en tu propia bolsa sin tener que desechar posteriormente nada.

¿Y si se quiere ir todavía un paso más allá?

Pues a todo aquel a quien realmente quiera vivir en un planeta más verde y saludable, con alimentos para todos y sin venenos ni contaminación, yo le animaría a empezar a plantar, aunque sea en su propia terraza, en una maceta, en el jardín… Ni que sea en un terreno abandonado o en la parcela de algún familiar… Allí donde se pueda. No podemos exigir un mundo mejor si no somos actores y partícipes de ello.

¿Es realmente posible mantener la misma filosofía también en otros ámbitos cotidianos como pueden ser la limpieza o la higiene personal?

Efectivamente… En este sentido, una recomendación muy útil podría ser no utilizar aceite en la cocina, así no se ensucian tanto los platos ni te manchas de la misma manera, y puedes prescindir del jabón también. Por otro lado, puedes suplir la grasa que te aporta el aceite comiendo cosas más sanas como pueden ser aceitunas, nueces o almendras, así como aguacate o coco en latitudes más como la mía… Y si no usas aceite, puedes lavar tanto los platos como la ropa únicamente con agua sin problema. A pesar de que en la selva se suda mucho y te manchas de barro con facilidad, puedo asegurar que la ropa queda bien limpia dejándola 24 horas en remojo, y luego escurriéndola y tendiéndola al sol. Y en cuanto a la higiene personal, yo confecciono mi propio gel natural dejando en remojo hojas de hibisco y colándolas después de unas horas. El resultado se puede utilizar perfectamente para la piel… ¡Y deja también el pelo muy suave!

Al final todo puede ser mucho más sencillo de lo que nos han hecho creer… ¿no?

Así es… Siempre se pueden encontrar alternativas que, además de ser respetuosas con el medio ambiente y los animales, sean fáciles de realizar.

Y más allá de las modas, ¿por qué dirías que es importante ser vegano?

Para mí no es ninguna moda ni únicamente un tipo de dieta, sino más bien un movimiento social que defiende los derechos de los animales. Y es importante porque los animales, como seres vivos que habitan también el planeta, lo son, y no existe motivo alguno para causarles ningún daño… Podemos alimentarnos perfectamente sin tener que comer animales. Así pues, yo soy vegano porque creo firmemente en la igualdad de todos los seres.

¿Una alimentación vegana es sinónimo de una alimentación saludable?

En general esa debería ser la tendencia… Pero no hay que olvidar que también se puede llevar una dieta vegana abusando de alimentos procesados o con un exceso de azúcar…

Hay quien aún piensa que es una dieta con carencias nutricionales…

Lo importante es que sea natural y variada… Dando un poco más de relevancia a los alimentos crudos, que suelen ofrecer de esta manera un mayor aporte nutricional a nuestro organismo. Teniendo esto en cuenta, y con un añadido de vitamina B-12 como complemento, se puede llegar a conseguir un buen equilibrio sin problema.

¿Qué aconsejarías a grandes rasgos para ganar en salud y vitalidad?

Añadiendo también el componente ético, sobre todo dejar de consumir productos de origen animal, y por otro lado, prescindir de los alimentos procesados. Basando la dieta en el consumo de frutas, verduras, semillas, frutos secos, legumbres y cereales integrales. Cuanto más natural y más alejada de la alimentación industrial sea nuestra dieta, mucho mejor…

Parece evidente que no debes ser demasiado amigo de los supermercados…

La verdad que los evito todo lo que puedo. Son lugares donde predomina una comida sin vida, muy poco nutritiva, con productos mayoritariamente procesados, empaquetados y basados en la explotación animal. El único lugar que para mí se podría salvar mínimamente es la sección de frutas y verduras, siempre y cuando uno vaya con su propia bolsa reutilizable de la compra, claro está…

¿Cómo crees que se puede llegar a abrir paso a esa conciencia de alimentación en sociedades aún tan identificadas con los patrones de la alimentación más convencional?

Es difícil porque es algo que sigue muy arraigado… Pero una de las grandes bazas es precisamente la salud. Creo que cada vez hay más conciencia de que una alimentación vegetal es mucho más saludable. Y cuando te vas dando cuenta de esto, puedes llegar a empatizar con más facilidad con el respeto de los derechos de los animales. Profundizar en una cosa te acaba llevando irremediablemente a la otra.

El factor emocional tiene mucho peso…

Sí, pero siempre es posible encontrar una alternativa ética y saludable a los productos más comerciales de toda la vida…. Mezclando cacao, plátano y leche de coco puedes obtener una especie de nocilla que no tiene nada que envidiar a la tradicional. Y con un fruto que se llama noni, he aprendido a realizar también una gran variedad de quesos veganos que guardan un gran parecido con los de origen animal. Y en este sentido, en Europa se puede llegar a conseguir el mismo resultado usando por ejemplo levadura de cerveza o levadura tradicional. Si te esfuerzas un poco en descubrir este tipo de alternativas, las costumbres más arraigadas pueden ir cambiando con más facilidad.

Revélanos ahora algunos de tus sorprendentes descubrimientos en cuanto a alimentación se refiere…

Pues por ejemplo el uso del agua de mar para cocinar, que me ha ahorrado el uso de sal y es de lo más saludable… Algo que al principio desconocía y después he podido constatar descubriendo que ya existía mucha información al respecto. Otro hallazgo fascinante ha sido el mundo de las algas marinas; sobre todo descubrir que todas ellas son comestibles, cuando en el mercado la variedad de especies disponibles es muy reducida. Por no hablar también del aprovechamiento del tronco, la flor y la piel del plátano, que normalmente se desechan y se les puede sacar un gran partido en la cocina. Y por supuesto, no querría dejar de destacar todo lo que se puede llegar a obtener del coco; leche, nata, aceite, harina, vinagre… Además del uso de su agua para multitud de recetas o de una desconocida parte, muy dulce y sabrosa, llamada “manzana”, que puedes hallar en su interior… Y también te lo puedes comer verde, elaborando una especie de calamares veganos.

¿La fascinación que pueden llegar a despertar las pequeñas cosas adquiere en la selva una relevancia especial?

Así es… Otro ejemplo podría ser algo tan común como el cacao… Descubrir cómo es la planta genuina de la que se obtiene el chocolate, así como su fruto y su auténtico sabor en estado puro… Para mí ha sido algo revelador que me ha permitido darme cuenta de lo desconectados que solemos estar habitualmente de la naturaleza. Y también podría destacar el vínculo tan especial que he llegado a establecer con un pez que viene a visitarme a menudo desde hace tres años… Aurelio se llama. Cuando descubres lo que alberga un animal en toda su dimensión es imposible que luego quieras comértelo…

¿Cómo es tu rutina cotidiana?

Pues la verdad que no existe como tal, ya que cada día aquí supone una aventura… Unos días voy a ver animales, a cosechar frutas o a plantar semillas, otros días salgo a abrir caminos… La verdad que cada día es distinto y muy completo, siempre suele haber muchas cosas para hacer.

¿Podrías destacar algún aprendizaje en especial que te haya brindado la naturaleza en todo este tiempo?

Pues por ejemplo la importancia de sintonizarse con los ritmos de la vida animal para poder vivir con mayor armonía… Despertarte al amanecer, desplazarte por tus propios medios para ir en busca de alimento, comer de forma más sencilla, natural y austera, ayunar de vez en cuando y descansar adecuadamente después de cada esfuerzo. Me gusta observar especialmente las rutinas de los monos, son unos grandes maestros… En el fondo, la naturaleza es como un libro que contiene todo lo que necesitamos saber, sólo hay que saberlo leer.

¿Qué opinas de la creencia de que la vida en la naturaleza presenta más incomodidades?

En la naturaleza se puede vivir muy bien, de forma sencilla pero sin que te falte de nada… Nada de lo que realmente necesitas.

¿Hay algo que eches de menos?

Más que algo, echo de menos a mis hijas y a otras personas queridas… Es lo único.

¿Cómo llevas la soledad?

Pues la verdad que me llevo muy bien conmigo mismo… No me queda otro remedio, jajaja…En todo este tiempo he aprendido a conocerme mucho más, a gestionar mejor mi propia felicidad… En definitiva, a estar más en contacto con mi mundo interior.

¿Realizas alguna práctica en concreto que te ayude a mantener esa armonía?

Me ayuda mucho practicar Kundalini Yoga a diario al amanecer y también la propia actividad cotidiana en la selva, sobre todo plantar árboles. Actualmente, sigo manteniendo mi propósito de plantar cien árboles a la semana y eso me hace sentir muy bien. Aparte de cuidar la alimentación, también es muy importante ejercitarse físicamente y equilibrar la mente… Para mí la salud lo engloba todo.

¿Cómo te planteas la vejez?

Pues me veo paseando entre todos los árboles que he ido plantando y recolectando una gran variedad de frutos cada día, compartiéndolos también con las personas de las comunidades más cercanas… Feliz con este tipo de vida.

No eres de los que les preocupa el futuro…

Creo que es importante un mínimo de previsión y organización para ir preparando el terreno para el futuro que deseas, pero sobre todo sin dejar de aprovechar y disfrutar al máximo el presente. El miedo siempre trae problemas, y en el fondo, lo que tenga que ser, será…

¿Cómo te está afectando la pandemia que estamos viviendo?

Mi actividad diaria no ha cambiado para nada, ahora bien, me afecta porque está afectando y poniendo en dificultades a personas que quiero…

¿Qué opinión te merece toda esta situación?

Más allá de cualquier teoría, siento que es una respuesta de la naturaleza porque no la estamos tratando nada bien… Así pues, creo que puede ser un buen toque de atención para que empecemos a tratarnos mejor, tanto a los demás como a nosotros mismos, y por supuesto también al resto de seres vivos y a la naturaleza.

Y ya para terminar, un sueño por realizar…

Sería más bien algo más parecido a una utopía… Que todos podamos vivir en paz y el mundo pueda ser vegano algún día. Sueño con un planeta en el que el ser humano pueda tener una relación mucho más coherente con los animales y la naturaleza… Seguramente yo no lo viviré, pero no pierdo la esperanza de que, quizás desde otro mundo, lo pueda ver algún día.

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