Conciencia, Creatividad, Desarrollo personal, Presencia, Respiración, Salud emocional, Yoga

Guiomar Burgos: el valor de pararse a respirar

«La calidad de nuestra respiración se corresponde con la actitud que solemos adoptar ante la vida”

La protagonista de la presente entrevista es sin lugar a dudas una auténtica revolucionaria, pero no de las que necesitan alzar la voz para ser vistas, sino más bien de las que, a través de una trayectoria vital comprometida con el desarrollo personal, la honestidad, el cuidado y la escucha cada vez más profunda, han ido adquiriendo la certeza de que la más grande de las victorias es la que se gesta de forma silenciosa y se conquista dentro. Su revolución silenciosa tiene que ver con haberse atrevido a parar para ser y respirar, o en otras palabras, para apearse del tren de la vorágine en el que en estos tiempos agitados transita, entre desorientado y absorto, un elevadísimo porcentaje de la humanidad.

Treinta años tuvieron que pasar para que Guiomar Burgos (Madrid, 1971) empezara a reencaminar sus pasos hacia el reconfortante sendero en el que hoy descansa. Fue en el tramo final de una primera etapa profesional de veinte años en el mundo de la danza cuando, un buen día, a raíz de un revelador viaje a África, se dio cuenta de que no estaba siendo feliz. Y tirando del hilo, pudo descubrir que gran parte de esa insatisfacción tenía que ver con la creciente sensación de vacío que estaba generando en su interior la exigente profesionalización de la disciplina a la que se había entregado hasta ese momento. A la vuelta, fruto del deseo de conectar a un nivel más profundo, entró por primera vez en contacto con el yoga a través de una escuela de teatro alternativo y supo enseguida que había encontrado lo que de alguna manera estaba buscando, sintiéndose de nuevo en casa.

Ese punto de inflexión motivó que el yoga acabara convirtiéndose en su nueva profesión durante los quince años siguientes, hasta que, ahora hace unos tres años, volvió a experimentar una nueva crisis que le permitió alumbrar la necesidad de atender su salud priorizando algo que indirectamente ya la había estado acompañando desde aquel primer gran cambio; el trabajo con la respiración consciente. De esta forma, lo que empezó como un trabajo complementario con algunos alumnos de las formaciones de yoga que ya acudían a ella para mejorar sus técnicas respiratorias, ha ido derivando en los últimos tiempos en un amplio estudio y experimentación dentro de este ámbito. Así, a día de hoy, sigue desarrollando con sereno entusiasmo su método de Respiración Integral, con el que pretende ayudar a profesionales y todo tipo de personas a mejorar su calidad de vida invitándoles a desarrollar la conciencia en la respiración desterrando cualquier tipo de exigencia.

Guiomar califica su camino evolutivo como un recorrido hacia el despertar, una exploración a un nivel cada vez más interno en busca de lo esencial. Y es así como reconoce haberse convertido en una auténtica abanderada del “menos es más”, su revolucionario y cada vez más necesario lema.

¿Quién es Guiomar Burgos?

No puedo responder a esta pregunta de forma concluyente, ya que la definición que te podría dar de mí es algo que ha ido cambiando bastante a lo largo de mi vida… Pero actualmente podría decir que soy alguien que está aprendiendo a ser humana, a encontrar la mejor manera de estar en este cuerpo… Y también siento que mi experiencia humana pasa por permitir que se vaya desarrollando cada vez más mi conciencia de sensibilidad, la capacidad para poder habitar esa cualidad en toda su dimensión.

¿Por qué decidiste especializarte en respiración?

Fue una decisión que llegó fruto de una necesidad creciente de parar. Llegó un momento en que ya casi no podía practicar yoga y mi cuerpo lo necesitaba. De esta manera, mi autopráctica se fue haciendo cada vez más sutil y la respiración se empezó a convertir en mi gran compañera de viaje. Fue así como, desde la quietud y el movimiento suave, empecé a afinar la escucha de cómo se expresaba, descubriendo su gran potencial para sentirnos, cuidarnos y regenerarnos a un nivel más profundo. Me di cuenta de que, hasta entonces, había dedicado mucho tiempo y energía en aprender métodos y técnicas de respiración, pero no me había detenido realmente a descubrir cómo era su expresión más natural, experimentándola más allá de los espacios de práctica y no de forma puntual, sino como algo mucho más integrado en lo cotidiano. Y a partir de ahí, las propuestas para poder compartir esta mirada se han ido sucediendo con naturalidad…

¿Se trata de un saber innato que vamos olvidando?

Sí… Por un lado, la respiración es una expresión esencial de nosotros mismos, y por otro, habitualmente vivimos tan enfocados en la acción y en la consecución de objetivos que dejamos muy poco espacio para sentirnos, cuando en realidad, somos seres con una gran capacidad para ello. Es algo que parece que nos da miedo… Creo que sentimos miedo a esa intensidad porque en el fondo es algo que está directamente relacionado con la intensidad de la existencia… Así que permitirnos experimentar la respiración en toda su plenitud es como decir “estoy dispuesto a vivir al cien por cien”. En la respiración está todo y algo que he ido aprendiendo en muchos de los casos que me he ido encontrando es que la respiración se vuelve difícil cuando nos resistimos a sentir y vivir nuestras experiencias humanas. Muchas veces por falta de herramientas para saber transitar lo que emocionalmente nos desborda…

Y la incapacidad para afrontar la intensidad nos acaba instalando en la respiración superficial…

Efectivamente… Podríamos decir que se acaba convirtiendo en un mecanismo de protección ante la intensidad que implica vivir plenamente… En general, hemos ido desarrollando muchos mecanismos de defensa para hacer más llevadera esa resistencia a sentir una gran parte de lo que vivimos. Solemos creer que dejar de sentir aquello que no nos gusta ya nos compensa, pero eso nos acaba privando también de sentir en su auténtica dimensión muchas otras cosas…

¿Qué grado de conciencia crees que hay actualmente respecto a la importancia real de la respiración?

Creo que cada vez hay más, y aunque todavía hay un gran porcentaje de la población que ni tan siquiera se plantea la posibilidad de poder vivir con mayor plenitud atendiendo a la respiración, también es cierto que un número creciente de personas se están interesando en su propia respiración… En cualquier caso, es muy importante darse cuenta de que todo pasa por estar dispuesto a parar un poco primero, para mirar hacia dentro y percibirse.

¿Crees que al sistema/orden establecido ya le va bien que no se le preste demasiada importancia a la respiración?

Así es… El sistema necesita promover la acción constante para que la maquinaria no se detenga… Y al mismo tiempo, estar despierto puede resultar muy doloroso, ya que empiezas a verlo todo mucho más claro, sobre todo aquello que has podido estar tapando durante mucho tiempo… Yo también he pasado por ahí y he estado muy enganchada al hacer antes de empezar a ver un montón de cosas, así que comprendo perfectamente lo que lleva a tantas personas a vivir de forma acelerada… Decidirse a parar no es fácil. Y por otro lado, siento que el sistema también somos nosotros, y es por ello que en el fondo no somos víctimas, ya que aunque no sea fácil salir del patrón predominante, siempre dispondremos de la capacidad de discernir…

¿Qué nos puede aportar esa capacidad?

Darnos cuenta de que en realidad sí que merece la pena transitarlo todo… Si me doy cuenta de que permitiéndome transitar la tristeza luego puedo vivir la alegría con mayor plenitud, eso hará que poco a poco vaya cambiando mi percepción, y seguramente, podrá servir también de inspiración a la gente de mi alrededor.

Y aparte de estar más despiertos, ¿qué más nos puede aportar la respiración consciente?

En realidad, la respiración lo abarca todo… Puede mejorar todas las funciones vitales; el sistema digestivo, nervioso, circulatorio, linfático… Así como el ritmo cardíaco y la química de la sangre. Aumenta nuestro nivel de vitalidad y nos aporta una mayor capacidad de concentración, así como una mayor armonía en nuestros pensamientos y emociones… También nos ayuda a aliviar tensiones musculares y a relajarnos en general. Vuelve nuestros sentidos más nítidos… En fin, nos puede aportar un sinfín de beneficios.

Y a pesar de todo, casi ni le prestamos atención…

Parece que estamos acostumbrados a no darle demasiado valor a lo que tenemos más cerca, a lo que es más sencillo… Excepto cuando lo perdemos. Y si no, que se lo digan por ejemplo a las personas que han tenido covid o a cualquiera que haya sufrido problemas respiratorios. Empezar a prestar una mayor atención a tu respiración es un acto de intimidad, ya que implica empezar a prestarte atención a ti mismo, atenderte, cuidarte… En definitiva, tiene que ver con volver a ti.

¿Cómo definirías tu método de Respiración Integral?

En esencia, se podría definir como una metodología para recordar la libertad de nuestra respiración y despertar la conciencia respiratoria en nuestras vidas.

¿Y cómo se desarrolla la propuesta?

Primero de todo, parte de un acompañamiento individualizado para poder conocer la tipología respiratoria que presenta cada persona, que siempre es diferente y se corresponde con la actitud que se suele adoptar ante la vida. Y a partir de ahí, el método consiste básicamente en una práctica de gimnasia pulmonar para poder liberar la respiración, devolviéndole a los músculos respiratorios su funcionalidad. He comprobado cómo de esta manera nuestra respiración puede ir recuperando la capacidad de expresar con total libertad cualquier vivencia o estado emocional. Por otro lado, en una segunda etapa, invito a practicar e interiorizar una serie de movimientos muy sutiles y relajados para que la respiración se vaya armonizando con ellos. Así se facilita una mayor integración de la conciencia respiratoria en la vida cotidiana y también se puede ir adoptando con naturalidad un ritmo más pausado… Dándonos el permiso para parar siempre que sea necesario.

¿Qué perfiles suelen acudir a ti?

Tiempo atrás, al estar impartiendo formaciones de yoga, casi todas las personas que se dirigían a mí estaban directamente relacionadas con este ámbito. Mientras que en esta etapa más reciente, se ha ido ampliando un poco más el perfil… Asimismo, he podido apreciar como, en general, suelen estar más abiertas a profundizar en el trabajo con la respiración las personas que ya han iniciado algún camino de autoconocimiento. Un interés que, afortunadamente, parece que está en auge… Pero por encima de todo, los que sobre todo muestran más interés son terapeutas, profesores de yoga y personas inmersas en cualquier tipo de trabajo corporal a nivel consciente.

¿Cuál dirías que es la principal dificultad que se encuentran las personas que inician este trabajo?

La dificultad para incorporar la conciencia respiratoria en el día a día. Realizar este trabajo sólo en las sesiones y luego olvidarse vendría a ser como tener un Ferrari y no sacarlo del garaje… Es por eso que es tan importante no buscar únicamente la liberación de la respiración, sino despertar también la conciencia para poder acompañar debidamente esa expresión a cada momento. Sin duda, esa es la parte más profunda del trabajo que propongo… En el fondo es la más fácil pero también puede llegar a ser la más difícil por cómo estamos acostumbrados, ya que sólo se trata de observar… Sin hacer nada.

¿Cómo crees que se puede facilitar la adopción de esa conciencia?

No deja de ser un entrenamiento… Pero en primer lugar deberíamos dar total prioridad a detectar los momentos en los que nuestro cuerpo está expresando algo que necesita ser atendido, ya sea por una presión en el plexo solar, en el pecho… O porque se nos cierra la garganta. Son señales que resultan más evidentes que la propia respiración, que suele ser mucho más sutil. Si atiendo lo que me está pasando a través del cuerpo, la respiración luego ya sabrá lo que tiene que hacer… En el fondo, todo pasa por una determinación; la decisión de priorizar el sentir por encima del hacer y el conseguir.

Una decisión que pasa por dejar de delegar la responsabilidad sobre nuestra salud y auténtico bienestar…

Se trata de un camino hacia la autosuficiencia. No obstante, cuanto más lejos estemos del contacto con nosotros mismos, más lejos nos parecerá que están nuestros recursos para llegar a ella. Y la tiranía de la inmediatez a la que estamos acostumbrados tampoco nos ayuda…

¿Nunca es tarde para aprender realmente a respirar?

Por supuesto… Cada instante es una oportunidad. Hasta que nos llegue el último aliento. La gran barrera suele estar en la mente, por lo que esmerarse en hacerla más flexible y compasiva es una parte muy importante del camino a transitar…

¿Qué consejos básicos darías a alguien que no supiera muy bien por dónde empezar?

Creo que para iniciarse en un proceso de este tipo es muy importante contar con el acompañamiento de un profesional, alguien que te ayude a avanzar más allá de tu paradigma habitual… Y además, dedicarse espacios relajados para poder sentir más cómo estás.

¿Iniciarse en yoga puede ser también una ayuda?

Totalmente. Puede ser una gran puerta… Ya hemos visto la importancia de conectar con el cuerpo, y sin duda, el yoga sabe muy bien cómo hacerlo. En este sentido, el trabajo postural puede ser un excelente punto de partida para pararse a observar cómo la respiración se expresa… Actualmente, para mí resulta especialmente importante el hecho de usar el asana (la postura) para detenerse simplemente a escucharla, sin necesidad de tener que dirigirla o modificarla.

¿Qué opinas de las técnicas de respiración que propone el yoga?

Ahora mismo, siento que una gran parte de las técnicas de respiración o pranayamas que habitualmente se pueden plantear en las clases requieren haber alcanzado previamente un cierto nivel de conciencia respiratoria para que no lleguen a ser incluso contraproducentes… Es decir, para que no acaben por alejarnos del propósito real que las originó, que no es otra cosa que volver a la esencia. En realidad, cuanto más se asimila la práctica, ésta se va haciendo cada vez más sutil…  Creo que el darse cuenta de que al final hay que acabar por soltar cualquier técnica podría ser una reflexión compartida por muchos de los practicantes con un largo recorrido en el camino del yoga.

¿Cómo definirías tu actual relación con esta disciplina?

Podría decir que se ha ido cayendo toda la estructura y ha emergido la expresión más sencilla. La exigencia por sobrepasar los límites a nivel corporal ha ido quedando atrás… Algo que, de alguna forma, había heredado de mi anterior etapa en la danza durante una buena parte del camino. Últimamente, he ido percibiendo cada vez con mayor claridad la importancia de que la mente permanezca un peldaño por debajo del cuerpo, es decir, que sea el cuerpo el que pueda expresar libremente lo que realmente necesita sin que la mente se lo imponga. A partir de ahí, partiendo de unas bases de asentamiento y escucha, voy permitiendo cada vez más que sea el cuerpo el que vaya encontrando con suavidad y conciencia su propio acomodo.

¿Qué fuentes de inspiración podrías destacar en tu proceso evolutivo?

Inicialmente, los 20 años de bailarina fueron sin duda la puerta de entrada al cuerpo. Y después, se han ido sucediendo varias… Como por ejemplo, el Feldenkrais, la Psicoterapia Respiratoria, el Tantra yoga, el Masaje Estructural… También podría destacar la relación entre la postura y los patrones respiratorios…  Y actualmente, está muy viva la influencia del Focusing, así como la autoindagación, una de las cosas que más me inspira, además de seguir profundizando en la conciencia de que todo lo que ocurre en nuestra vida es sagrado.

¿Qué opinión te merecen ciertas técnicas de respiración catártica, como por ejemplo el Rebirthing?

Abrir ciertas puertas es algo que me da mucho respeto… Personalmente, no me llama la necesidad de inducir determinados estados de conciencia para liberar traumas… No soy psicóloga y siento más la necesidad de abrazar todo lo que me va pasando en lugar de remover ciertas vivencias o sentir algo que ha pasado como inadecuado… En cualquier caso, no he practicado ese tipo de técnicas y por lo tanto tampoco puedo opinar demasiado.

¿Crees que hay mucho estrés camuflado entre los propios profesionales de la salud, el bienestar y la espiritualidad?

En primer lugar, hay que tener en cuenta que una cosa es el profesional y otra la persona… Es cierto que a medida que uno se va profesionalizando empiezan a emerger una serie de obligaciones en relación al otro que fácilmente puede provocar que la atención hacia ti mismo vaya quedando relegada a un segundo plano. Y normalmente, cuando te empiezas a dar cuenta, estás ya muy cansado porque has ido acumulando mucho… Es una tendencia que yo misma he sufrido. Así que si te ha pasado esto, y por coherencia, en algún momento decides empezar a priorizarte, seguramente pasarás a trabajar menos. Creo que cada vez hay más personas que se están dando cuenta y que desean encontrar un mayor equilibrio en este sentido.

La necesidad de ser vistos, reconocidos, cuánto nos puede acabar alejando de nosotros mismos…

Completamente. Es algo que se puede apreciar muy claramente en las redes sociales… ¿Qué puede llegar a ocurrir si me desconecto por un tiempo? Es una experiencia interesante que animo a probar… Se trata de un ámbito donde es muy fácil dejarse llevar por la exigencia y el ritmo frenético que se impone, ya que es algo que está muy estudiado y es adictivo… Así que, para no caer en ello, no podemos perder de vista la honestidad. Desde ahí veremos dónde estamos poniendo el foco y si en el fondo es realmente lo que queremos.

¿Te has llevado muchas decepciones a lo largo de tu trayectoria?

Más que decepciones, yo hablaría de que he necesitado tiempo y espacio para llegar a comprender ciertas cosas… La vida es muy sabia y siempre nos va brindando prismas y toques de atención para poder completar la visión que más necesitamos. Creo que el concepto de decepción es algo demasiado mental… Y actualmente, por encima de todo, siento más bien agradecimiento por todo lo vivido.

¿Cuál dirías que ha sido tu principal aprendizaje hasta ahora?

Menos es más…

¿Cómo te ha afectado la situación de pandemia y cómo estás viviendo todo este proceso?

Pues el confinamiento me vino realmente como anillo al dedo porque, en realidad, yo ya llevaba un buen tiempo confinada… Es decir, simplificando mucho mi vida. A lo largo del proceso ha ido apareciendo la posibilidad de compartir mis cursos y propuestas de forma online… Y también he podido reflexionar mucho sobre cómo la pandemia nos ha puesto delante toda una serie de cosas que antes teníamos completamente disponibles para nuestro bien y que a menudo no aprovechábamos… Como por ejemplo el hecho de podernos expresar libremente y no guardarnos nada o la posibilidad de tocarnos, darnos un abrazo y decirnos que nos queremos… En definitiva, está siendo un proceso muy revelador y siento que lo estoy viviendo con mucha naturalidad y coherencia.

¿Cuál crees que es la mejor forma de contrarrestar el efecto de las mascarillas?

Para empezar, es muy diferente llevarla sólo unas horas respecto a lo que implica tenerla que llevar durante todo el día. No he hecho un estudio detallado del tema, pero me parece bastante obvio que la tendencia general al llevar la mascarilla es a respirar de forma más superficial, con todo lo que ello conlleva… Y en cuanto a consejos básicos, yo destacaría la importancia de llevar una buena alimentación para que el sistema inmunológico pueda estar fuerte, y también, poder descansar bien, cuidar las relaciones, volver a lo más natural… Y por supuesto, adoptar una respiración de calidad, con el máximo de conciencia y libertad posible, el resto del tiempo que puedas estar sin mascarilla. En el fondo, siento que el virus nos está invitando a aprovechar la situación para adaptarnos al nuevo escenario mejorando nuestra calidad de vida.

¿Un mantra para el 2021?

Sencillez y flexibilidad…

Y ya por último, un sueño por realizar…

No soy muy de sueños, pero sí que me gustaría poder vivir en un futuro más cerca de la naturaleza y de mis seres queridos.

Página web de Guiomar Burgos

Alimentación, Salud natural

Albert Rami: salud y vitalidad con mucha naturalidad

«No hay enfermedad que no se pueda curar de forma natural, excepto el apego a la forma de pensar»

Naturópata y herbolario con una larga experiencia en el mundo de las terapias holísticas y naturales, Albert Rami Romeu (Lleida, 1949), más conocido como “Rami Remeis”, ha consagrado buena parte de su vida a la recuperación y difusión de la memoria sobre el uso tradicional de las hierbas. Con tres tiendas en su ciudad natal funcionando a pleno rendimiento, y a pesar de considerarse ya medio jubilado, su actividad sigue siendo frenética, pues aparte de divulgar desinteresadamente sus consejos de salud integral en numerosas conferencias y colaboraciones en varios medios de comunicación, también atiende regularmente la avalancha de consultas que le llegan de todas partes por el simple hecho de disfrutar lo que hace. Y por si todo esto fuera poco, todavía le queda tiempo para publicar libros con muy buena acogida.

El secreto de su indudable magnetismo reside tanto en su saber como en su autenticidad. Mientras que la prodigiosa energía vital que desprende por los cuatro costados es fruto de su determinación y coherencia a la hora de aplicarse lo que él mismo fervientemente recomienda; vivir la vida con autoestima, actitud positiva y desarrollando, desde la responsabilidad y el compromiso personal, la escucha del propio cuerpo con hábitos conscientes y saludables. Es, sin duda, la fidelidad a esta combinación, lo que le ha permitido acumular más de 45 años sin padecer enfermedad alguna, convirtiendo su ejemplo en la mejor de las garantías para todos aquellos que buscan alternativas creativas y sencillas a las rígidas estructuras de la medicina más convencional.

¿De dónde provienen tu inspiración y saber?

Siendo joven, me llamó mucho la atención ver cómo mi padre, después de estar mucho tiempo enfermo, se curó adoptando una dieta vegetariana. Más adelante, yo mismo también sufrí muchos problemas de salud antes de los 20 años, y recordando su ejemplo, decidí cambiar mis hábitos alimenticios con unos resultados realmente sorprendentes… Tiempo después, un anciano llamado Isidro, que vivía en una cueva cerca de Sabadell y llegó a los 115 años comiendo de manera muy natural y sencilla, me transmitió una serie de conocimientos que reafirmaron y consolidaron mi decisión. ¿Cómo no iba a confiar en el ejemplo de un sabio que a su edad todavía leía sin gafas y conservaba todo el cabello?

¿Ya no te has puesto nunca más enfermo pues?

Desde entonces, aparte de cuidar mucho lo que como, intento tener especial cuidado con los pensamientos positivos. Cultivarlos y creértelos es también muy importante… Podría decir que este es mi yoga mental, tanto o más importante que cuidar el cuerpo físico. Así pues, básicamente, no me pongo enfermo porque he decidido que así sea. Deberíamos dialogar mucho más con nuestro cuerpo, ser agentes activos para que éste funcione realmente como queremos y no sufrir pasivamente las consecuencias de desvincularnos de él.

¿Has probado personalmente todo lo que recomiendas?

Sí, aunque más que para encontrar remedios a enfermedades, para prevenirlas. Al final, la fórmula es bien sencilla… Si no quieres tener cáncer, no comas nada que lo provoque y toma otras cosas que lo mantengan a raya, como por ejemplo tomate, pipas de calabaza o granada. El mismo patrón es aplicable para casi todas las alteraciones; diabetes, colesterol, hipertensión, psoriasis… De nuevo, se trata de una decisión…

¿Qué tipo de consultas son las más recurrentes?

Las mujeres, por ejemplo, habitualmente suelen buscar remedios para adelgazar, y a menudo, lo que necesitan, simplemente es ir con mayor frecuencia al baño… Plantas como la ulmaria, el ortosifon y la cola de caballo con un poco de fucus y limón están especialmente indicadas para estos casos. También es bastante recurrente que se muestren preocupadas por sus familiares y allegados. Entonces, les aconsejo que se atiendan primero a ellas mismas. Mal asunto querer cuidar de los demás cuando no se tiene primero cuidado de uno mismo…

¿Y qué es lo que suele preocupar más a los hombres?

El colesterol, la impotencia, la caída del cabello…

¿Cuál crees que es el grado de aceptación actual de los remedios naturales por parte de la población?

Cada vez más alto. Hoy en día, la gente tiene en general bastantes problemas de salud y busca soluciones. Cuando acuden a mí, me ven con salud y comprueban cómo los remedios naturales les pueden aportar las soluciones que están buscando… Esto les da confianza.

¿Cualquier afección se puede tratar de forma natural?

Todo se puede tratar siempre que la persona realmente lo quiera. Ahora bien, si tienes miedo, acude mejor al médico. No hay ninguna enfermedad que no se pueda curar, excepto el apego a la propia forma de pensar. A menudo se hace necesario revisar la manera de vivir de la persona, ir a las causas, pero si uno no quiere, entonces no hay nada que hacer. Para salir del mundo de las pastillas, primero hay que estar dispuesto a abrir un poco la mente…

¿Se están perdiendo los remedios de la abuela de toda la vida?

Yo creo que no, aunque no debemos olvidar que la industria farmacéutica tiene mucho poder y mucha capacidad de influencia sobre la población. Sin embargo, también es evidente que no nos pueden parar, pues hoy en día tenemos la capacidad de llegar a la gente a través de numerosos medios. Y si cada vez tenemos una mayor acogida y una mayor demanda, por algo será…

¿Qué nutrientes consideras que no deberían faltar en ninguna despensa?

Cereales integrales, legumbres, ensaladas, frutas, frutos secos… Esto es lo más básico. Creo que hay que desmitificar que sean realmente necesarios tantos complementos, como por ejemplo los vitamínicos, que últimamente parece que se han puesto tan de moda por los intereses de la industria y las multinacionales de los alimentos. Como complementos dentro de la dieta básica, yo más bien aconsejaría el tofu, el seitán, el germen de trigo, la levadura de cerveza, la lecitina de soja, las pipas de girasol y de calabaza, y especias como el jengibre, la cúrcuma, la canela, la mostaza…

¿Y cuáles serían las hierbas imprescindibles?

En cuanto a las hierbas, hay una gran variedad y depende mucho de los casos concretos. No acabaría nunca si las tuviera que mencionar todas… Por ejemplo, para casos de impotencia, van muy bien la damiana, el eleuterococus, la verbena, el romero y la menta. La melisa nos ayuda a relajar el corazón y tratar los problemas de gases, así como también los casos de insomnio junto con la angélica, la tila o la maría luisa. Para ayudar en las digestiones, recomendaría el hinojo, el comino o el anís. Y el regaliz si hay úlceras.

Dinos alguna receta contrastada y eficaz para llegar a la vejez con salud de hierro.

Ir al baño varias veces al día, cuanto más, mejor… Es muy importante estar bien oxigenado y desatascado por dentro. Debemos cuidar las tripas para lograr un equilibrio interno, y esto lo podemos lograr tomando prebióticos, que serían los alimentos vegetales crudos, y probióticos, los multifermentos como los multibífidus, la col y la remolacha fermentada, etc. Nuestra flora intestinal tiene una inteligencia propia… Para tener una mente en paz es necesario tener un vientre en paz.

¿Cuáles son los principales enemigos de nuestro estómago?

El tabaco, el alcohol, los disgustos, según qué mezclas de alimentos… Y en este sentido también, si uno no quiere dejar de consumir productos lácteos, mucho mejor si pueden ser fermentados, como los yogures…

¿Cómo nos pueden ayudar la alimentación y los remedios naturales a hacer frente al contexto de crisis?

Te lo diré con un ejemplo muy explícito… Para hacer crecer una manzana se necesitan unos 60 litros de agua, mientras que para obtener un kilo de carne, unos 16.000… Un kilo de cereales alimenta prácticamente igual que el kilo de carne, pero para comerte ésta, primero se han necesitado dos, tres o más kilos de cereales… Además, las ventosidades que expulsan a gran escala los animales que consumimos pueden llegar a ser más perjudiciales para el medio ambiente que incluso la polución que causan los coches. En definitiva, la ganadería intensiva es una ruina.

¿Cómo podemos tratar los miedos, los nervios y la angustia?

Hay muchos remedios naturales que ayudan, pero en estos casos, lo más importante de todo es el desarrollo de la autoestima y el pensamiento positivo, y abandonar el hábito de juzgar. Yo siempre aconsejaré llevar a cabo una vida lo más sana y natural posible, pero en última instancia cada uno debe hacerse responsable de lo que elige a cada momento, dándose cuenta de los motivos, y sobre todo, intentando no juzgarse. Aparte de eso, siempre pueden ir bien las Flores de Bach, el hábito de mirar el sol cuando sale y se pone… Y también recomendaría desayunar bien fuerte, comer normal y cenar muy poquito.

¿Qué hierbas pueden ayudar a subir el ánimo?

La melisa, el hipérico o hierba de San Juan, la menta, el romero… Tomarse un té verde con romero tiene unos efectos similares al ginseng.

¿Qué recomendarías a las personas que sufren un gran desgaste de energía?

Que intenten ir a dormir más temprano… Más que dormir muchas horas, para descansar bien es importante no ir demasiado tarde a la cama; si puede ser a las diez y media mucho mejor que a las doce y media…

¿Y para tratar el dolor?

Si ya se está tomando medicación, mejor no interferir… En cualquier caso, siempre se puede tomar carbonato de magnesio, pero por lo demás mejor pedir permiso al médico. Si no se está tomando medicación, algunas hierbas indicadas son el sauce, la cola de caballo y el harpagofitum, con dos tazas al día se puede notar una gran mejoría. Y si además vamos añadiendo un poco de cúrcuma, jengibre, canela y mostaza negra en polvo por encima de las comidas, la mejoría todavía será mayor. También pueden ayudar mucho las friegas con un litro de agua y medio kilo de sal… Si lo vamos haciendo de manera habitual nos sentiremos más jóvenes.

Tenemos tendencia a creer que la juventud es algo que perdemos…

La sensación de juventud no deberíamos perderla nunca. Normalmente, si uno está enfermo, en el fondo es porque quiere… Tienes que negarte a estar enfermo, ¡no te tienes que conformar!

¿Alguna hierba o remedio que ayude a apaciguar un poco el desorden mental?

La angélica, la valeriana, la menta, el hipérico, la melisa, la flor de naranjo… Ayudan a estar más tranquilo, ahora bien, para abrir la mente y estimular el cerebro recomendaría tomar levadura de cerveza y polen a diario. En este sentido, las mejores hierbas son la ajedrea, el tomillo y el romero.

¿Y para abrir el corazón?

Por encima de todo, no quedarnos encerrados ni recluidos en nosotros mismos porque nos hayan hecho daño… Salir a la calle, ser amigo de tus amigos, colaborar con proyectos que te motiven…

¿Cómo tratar las adicciones?

Para tratar la adicción al tabaco, va muy bien hacer friegas en el pecho y la espalda con zumo de limón y también ponerse unas gotitas de esencia de menta en la nariz y la boca. Esto nos puede ayudar a irlo dejando poco a poco. La alfalfa va muy bien para las adicciones en general, así como la avena y los multibífidus. Y si se trata de acompañar un proceso para superar la dependencia a las drogas, recomendaría mucha valeriana, mucha pasiflora y también hierba angélica.

La alfalfa es uno de tus grandes aliados…

Así es, es un ingrediente que no falta nunca en mis ensaladas… Es algo muy sencillo con innumerables propiedades para nuestro organismo; va muy bien para la artrosis, el reumatismo, la caída del cabello, el colesterol…

¿Qué nos recomiendas para la calvicie además de la alfalfa?

La aplicación de un preparado con miel y limón y las friegas con col cruda bien picada, dejando reposar después un rato. También ayuda tomar regularmente levadura de cerveza.

¿Algún remedio más que te venga ahora mismo a la cabeza?

Uno para las mujeres preocupadas por los pechos caídos: hervir cola de caballo, ponerla en el congelador y frotarla por los pechos haciendo masaje. Probadlo, ¡veréis cómo quedan bien turgentes!

¿Hasta qué punto es necesario adoptar una dieta vegetariana?

Sólo hay que hacer la prueba para ver cómo te sienta… Y sin duda, tu bolsillo también lo agradecerá. Ahora bien, primero uno tiene que estar convencido de querer probar. Esto es algo que nunca hay que forzar…

¿Qué porcentaje de dieta crudívora es aconsejable?

Esto es muy personal y depende de cómo le siente a cada uno… Yo, por ejemplo, sólo tomo un poco de alimentos cocinados para comer y me va muy bien.

Tu desayuno suele ser una buena ensalada…

Sí… Casi siempre desayuno una ensalada muy generosa con aceite de oliva, cúrcuma, jengibre, levadura de cerveza, lecitina de soja, germen de trigo, alga espirulina, pipas de calabaza y pipas de girasol, acompañada de unas rebanadas de pan integral y café de hierbas. Hasta ahora me ha ido muy bien y no tengo intención de cambiarlo. Este es uno de mis secretos para tener tanta energía, gozar de buena memoria y no tener problemas de salud.

¿Comemos demasiado?

Siempre con medida, deberíamos comer en función de nuestro grado de actividad. Si comes mucho, te oxidas mucho… Y por eso también es muy necesario tomar antioxidantes, que podemos encontrar en comprimidos, como el resveratrol, y en prácticamente todos los alimentos de color; el tomate, el pimiento, el melón, la sandía, la lechuga, la remolacha, la calabaza sobre todo, etc.

¿Qué nos recomiendas respecto a la fruta?

Para sacarle un buen provecho, hay que saber cuál es su relación con los diferentes alimentos… Por ejemplo, deberíamos consumirla antes de ingerir productos lácteos, pero nunca antes de las ensaladas… Después de las comidas, no es muy recomendable, excepto la manzana, que la podemos acompañar con frutos secos como almendras, piñones o avellanas. Y si la queremos consumir aislada, ya sea a media tarde o bien para cenar, por ejemplo con un yogur, pues tampoco hay ningún problema.

¿Y en cuanto al consumo de agua?

En las épocas de más calor, con un litro de agua al día puede ser suficiente. Si se come habitualmente ensaladas no es necesario tomar demasiada… Y en invierno, teniendo en cuenta que los alimentos ya llevan agua, quizás con una infusión a media mañana y a media tarde, ya podemos tener suficiente. También hay que recordar que es muy saludable tomar un par de vasitos diarios de agua con sal marina, siempre y cuando no tomemos un exceso de sal en nuestra dieta. Y es aconsejable no beber mucho durante las comidas para no disolver los jugos gástricos.

¿Qué alternativas son las más recomendables dentro de una dieta sin carne?

Aparte del tofu y del seitán, una buena opción podría ser tomar de vez en cuando tortillas de champiñones, calabacín, espárragos, etc. No debemos olvidar tampoco que los alimentos con más proteínas son las almendras, las avellanas, los piñones, los cacahuetes y las legumbres, así como también el alga espirulina. La verdad es que no hay que complicarse demasiado la vida en este sentido…

¿Deberíamos descartar los productos que no sean ecológicos?

Si pueden ser ecológicos mejor que mejor… Por ti y por el planeta.

¿Algún remedio que se te resista?

No hay remedio que se me resista… Sólo ciertas personas.

¿Tienes amigos médicos?

Pues sí y también me piden consejo… Aunque a veces podamos tener opiniones y puntos de vista diferentes, por encima de todo respeto mucho su trabajo y siempre dejo bien claro a los clientes que están en tratamiento médico que no quiero interferir.

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